¿Sabías que el envío y recepción de correos electrónicos genera toneladas de gases de efecto invernadero? Cuando enviamos un correo electrónico se requiere energía para alimentar los centros de datos, computadoras y dispositivos que luego envían, filtran, leen y entregan correos. Todos estos dispositivos e Internet requieren energía y emiten dióxido de carbono.
En el programa Placere los docentes del programa de Comunicación Social – Periodismo de UPB Montería, Melissa Quintana y Julián Vélez, reflexionaron sobre nuestras acciones y compartieron recomendaciones a nuestros oyentes. Haciendo pequeños cambios en nuestro día a día, podemos reducir los efectos de las emisiones de carbono. 🌎
Escucha Placere los miércoles, de 10:30 a 11:00 a.m., en el Dial 1160.
«Gracias», «que tengas un buen fin de semana», «recibido», «has visto esto», «saludos», están entre los mensajes prescindibles enviados con más frecuencia. Así lo concluye una investigación realizada por la compañía energética Ovo. Los investigadores no sugieren que se eviten los correos electrónicos, solo los innecesarios.
WhatsApp y Netflix también contaminan
Aparte del envío de correos electrónicos, otras actividades digitales también contaminan, incluso un mensaje de texto tiene una huella de carbono. Por ejemplo, los mensajes de WhatsApp, el uso de servicios en la nube como Netflix o la llegada del Internet de las Cosas contribuyen a la emisión mundial de gases de efecto invernadero. Los usuarios pueden tomar pequeñas medidas para reducir el impacto: Si apagas tus electrodomésticos grandes, como el televisor cuando te acuestas por la noche y te aseguras de no dejar que los dispositivos sigan conectados cuando ya están completamente cargados, puedes reducir tu consumo de energía y, por lo tanto, tu huella de carbono.
La Organización Meteorológica Mundial advierte de que la concentración de dióxido de carbono es la más alta desde hace tres millones de años.
¡Pequeñas acciones, hacen la diferencia!